Las luces, su dirección y tonalidad, son los grandes secretos de cualquier pintor.
Uno de los métodos más importantes en la realización de un cuadro, es localizar, diferenciar y plasmar las tonalidades. Cuando la luz ilumina cualquier forma, como puede ser un objeto, una persona o un motivo natural, se pueden ver diferentes tonos en esa forma. La cantidad de tonos que nos ofrece la naturaleza es infinita, y cada artista decide cuántos tonos representar.
Diferencia al menos cinco tonos para que tu cuadro sea vivo (brillo, luz, penumbra, umbra y sombra).