Los colores producen sensaciones dependiendo siempre del contexto. Al igual que un rojo puede llegar a alterar, un azul puede llegar a calmar o tranquilizar.
Toda la gama se puede dividir en calientes o fríos, desde el rojo al azul. Decide que sensación quieres conseguir y lánzate a las mezclas.
Para conseguir todos los colores, necesitarás los tres primarios: rojo, amarillo y azul. Fíjate en la gama cromática de la foto y observa cómo con la mezcla entre ellos puedes conseguir una gran variedad. Por ejemplo, mezclando un rojo y un azul, conseguirás un violeta, o al mezclar un azul y un amarillo obtendrás un verde.
Presenta los colores acrílicos en la paleta y utiliza un poco de agua para sus mezclas.
El color blanco y el negro, te servirán para dar luz o sombra a tu obra. Puedes mezclarlos con los primarios para aclararlos u oscurecerlos.
Un consejo: para oscurecer, si puedes evitar el negro, sustitúyelo por otro color oscuro.
A partir de aquí, toca experimentar, adelante!
“La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte” -Leonardo da Vinci-